Mirko Marić, un delantero experimentado de 29 años, fue llevado a Rijeka como el 'as bajo la manga' de Mišković para el ataque al doble título. No solo el presidente de Rijeka no vendió a nadie en la ventana de transferencias de invierno, sino que también fortaleció el equipo. Sin embargo, el desempeño de Marić no fue el esperado. Después de su primer gol, la sequía de Marić duró siete partidos hasta Rudeš, el equipo más débil de la liga, donde Marić anotó. Marcó su tercer y último gol de la temporada en una victoria en casa contra Gorica a finales de abril. En ese duelo, también asistió a Godi para el definitivo 3:0. Su desempeño de tres goles y dos asistencias en 15 partidos de primavera para Rijeka fue simplemente demasiado poco para las altas ambiciones de campeonato que Rijeka expresó durante toda la primavera, hasta principios de mayo.